VIDEO EDUCATIVO REDUCIR, REUTILIZAR Y RECICLAR
CUENTO INFANTIL
EL AMOR DE LOS DIOSES
Hace mucho tiempo el Dios del Sol vivía con su familia en el
cielo estrellado, donde no conocían lo que era la maldad y la oscuridad. Un día
su hijo el príncipe escuchó los cuentos y relatos sobre los jardines del Dios
de la Luna que su padre le contaba. Decidió conocer esos jardines tan
maravillosos y bellos, así fue, inmediatamente partió para conocerlos sin que
sus padres supieran nada.
Estando en el jardín se dio cuenta que las plantas allí
parecían más verdes, los prados frescos y cubiertos de rocío, así que decidió
caminar un poco más descubriendo una lago hermoso que resplandecía. Pero lo que
más le llamó la atención no fue que resplandeciera como las estrellas, si no
unas hermosas jóvenes se encontraban jugando en aquel lago, eran tres mujeres
pero solo una le enamoró.
Era una mujer de cabellos plateada y vestimenta dorada. Los
dos se enamoraran al instante y pasaron mucho tiempo juntos después de su
primer encuentro. Siempre hablaban de conocer la tierra, ya que escuchaban
muchas veces cuentos e historias que decían que hermosa y maravillosa era.
Un día en una de sus tantas charlas acordaron romper la
regla más importante de los dioses, la cual era la prohibición de bajar a la
tierra, así que en una noche cuando sus padres dormían descendieron a la tierra
donde se dieron cuenta que la vida allí era diferente. El sol no brillaba todo
el tiempo, sino que descansaba por las noches. Había más colores, sonidos y
animales que en todos los cielos que habían visitado.
Y al descubrir que la
tierra era más hermosa que el mismo cielo decidieron quedarse a vivir en ella
para siempre. El lugar escogido para su casa estaba cerca de un río que pasaba
por una montaña cerca de un valle. Así pasaron muchos meses, sin que sus padres
se dieran cuenta. Pero un día una de las hermanas de la princesa de la luna les
dijo a los dioses lo que su hermana y su enamorado habían hecho. Los dioses muy
enojados por la desobediencia de sus hijos realizaron una reunión para decidir
el castigo por romper la regla más importante de los dioses.
Un día La princesa de la luna enfermó repentinamente,
provocando que el príncipe buscara ayuda a su padre, el cual se negó diciendo
que era su castigo por no obedecer las reglas. El príncipe del sol muy triste y
derrotado decidió regresar con su amada pero era demasiado tarde, ya que se
encontraba muerta. Él desesperado decidió llevarla a una montaña para poder
estar juntos para siempre en su tierra amada así que el príncipe emprendió su
camino, el cual duró cuatro días y tres noches. Cuando llegó, el príncipe la
recostó en la cima como si la princesa durmiera, y él se quedó junto a ella,
sin moverse, hasta fallecer.
Los dioses al ver
este acto de amor tan hermoso decidieron convertirlo en montañas para que los
habitantes de la tierra y del cielo pudieran recordar aquella historia de amor
convertido en la mujer dormida y a él en el Popocatépetl.
FIN
– Moraleja del
cuento: que el amor es la más importante del mundo
– Valores del cuento:
el respeto y las reglas.
EDUCACIÓN AMBIENTAL EN EL AULA
La ecología y el medio ambiente son temas que permiten
articular diferentes perspectivas disciplinares. Se trata de temas amplios que
pueden encararse con diferentes grados de profundidad en cada nivel educativo
teniendo en cuenta la importante cantidad de cuestiones que los atraviesan.
El trabajo por proyectos en esta crea, a partir o no de una mirada transversal sobre el tema, puede resultar de gran interés para la actividad en el aula con los alumnos. Pero el trabajo a partir de esta problemática no se agota en la investigación disciplinar: permite también generar instancias productivas de debate entre los alumnos y abrir espacios de intercambio con la comunidad.
Les proponemos a continuación una serie de enlaces con información que puede resultar útil para encarar el trabajo.
IDEAS PARA SER ECOLOGISTA DESDE EL AULA
Ideas verdes
- Algunas instituciones educativas de Tucumán participan en el Programa URBAL (Cooperación de Europa con América Latina), que promueve la separación de residuos (botellas de plástico, papel, cartón, vidrio...) para venderlos a plantas recicladoras. Aquellas escuelas que no están incluidas en esta propuesta pueden contactarse con las que sí lo hacen para colaborar con material.
- En el aula se pueden fabricar objetos con materia prima reciclada, tanto para el uso escolar como para llevar a la casa. A partir del curso se puede iniciar una experiencia de separación de los residuos de papel para, luego, llevarlos a un centro de reciclado (como la Biblioteca Popular La Randa, en Yerba Buena).
- Otra opción interesante y sencilla es la fabricación de compost (abono producido a partir de la descomposición de la materia orgánica): para ello solo se necesita un rincón de la escuela o de la casa.
- Otra idea muy útil es diseñar un programa de Basura Cero. Casi todas las escuelas necesitan reformular la forma en que manejan los residuos que generan en el día a día. Basta dar un paseo por las aulas al final de la jornada para convencerse sobre esta necesidad.
- Conviene aprovechar las efemérides para organizar campañas de concientización. El calendario "verde" consagra el 22 de marzo como el Día Mundial del Agua; el 22 de abril como Día Mundial de la Tierra; el 22 de mayo como el Día Internacional de la Diversidad Biológica; el 5 de junio como el Día Mundial del Medio Ambiente y el 29 de agosto como Día del Árbol. Los siguientes vínculos digitales ofrecen actividades para desarrollar en el aula:
JUEGOS DE ECOLOGÍA
Necesitarás agua,
papel (si es de distintas texturas, mejor), una batidora (valdrá la de la cocina), un barreño de plástico, un bastidor o marco de madera con una malla
(puedes hacerlo tú mismo), unos libros
para usar a modo de prensa y una tela de algodón. Corta el papel en
trozos muy pequeños y déjalos en remojo una o dos horas, hasta que se forme una
pasta. Si usas agua caliente, tarda menos en deshacerse. No olvides cambiar el
agua de vez en cuando, a medida que se vaya tiñiendo con la tinta del papel.
Tritura la pasta con la batidora hasta obtener una masa homogénea y viértela en
el barreño. Si crees que es demasiado espesa, y no quieres que el papel
obtenido parezca cartón, puedes añadir un poco de agua. Mete el bastidor en el
barreño hasta que toda la malla quede cubierta por la pasta. Si quieres una
capa de papel más gruesa, deja que entre más masa. Saca el bastidor y deja que
el agua sobrante escurra para volcarlo con mucho cuidado sobre la tela de
algodón. El papel irá secándose poco a poco. Coloca unos libros encima para que
quede completamente liso. Puedes conseguir papeles de colores añadiendo al agua tintes vegetales o químicos,
infusiones...
Deja que tu hijo descubra toda el agua que podéis
ahorrar investigando los grifos y llaves de paso de toda la casa. Coloca recipientes debajo para ver
cuántas gotas se pierden y que calcule cuánto se ahorraría al cabo del año si
se arreglase esa avería y reparadla juntos o llamad a un fontanero. Pídele que
siga investigando vuestro hogar, el colegio, la casa de los abuelos... y que
prepare un completo informe.
Prepararlo es una forma sencilla de devolver a la
tierra lo que obtenemos de ella. Sólo necesitas: una caja grande, bolsas de basura, material vegetal, tierra y desechos
vegetales y una pala pequeña. Coge una caja y fórrala por dentro y por
fuera con bolsas de basura. Haz unos agujeros en los lados para facilitar la
ventilación. Coloca tu depósito en un lugar soleado y que tu hijo vaya
añadiendo los desperdicios de la cocina, materia vegetal y un poco de tierra.
Removed la mezcla cada pocos días con una pala. En un par de semanas, si hace
buen tiempo, tendrás un abono perfecto.
Los restaurantes de comida rápida suelen guardar
sus platos en envases de poliestireno.
Aunque muchas de ellas están reduciendo el uso de este material por cuestiones
medioambientales, la mayoría de ellas siguen empleándolos. Aprovecha para
darles un nuevo uso. Con ellos puedes preparar semilleros para vuestro jardín o convertirlos en una bonita maceta para una planta
pequeña. Guarda en ellos sus canicas y cromos o que los use como cestas en
las que encestar objetos pequeños como nueces o huesos de aceituna.
También puedes usarlos para fabricar originales barquitas. Para ello
necesitas, además del envase, un lápiz
o palo, papel y cinta adhesiva. Puedes fabricarla de dos maneras: bien
separando la parte inferior de la superior y usándolas para montar en ellas a
sus juguetes favoritos; o dejándola intacta, haciendo un agujero en el centro y
colocando el lápiz o palo a modo de mástil. A su alrededor, coloca un trozo de
papel que habrás cortado con forma de triángulo como si fuese una vela. ¡Ya
pueden organizar sus propias regatas!
Aprovecha tus lecciones de ecología para explicarle
a tu hijo que hay formas de energía
renovables y no contaminantes, como la solar. Para que entienda mejor el
enorme poder del astro rey, puedes preparar unas felicitaciones en tarjetas. Coge una
cartulina de un color vivo, dóblala por la mitad y coloca sobre ella distintos
objetos: flores, lazos de tela, llaves,
pequeños juguetes o recortes de letras que hayas hecho previamente en
papel. Ponla al sol durante todo el día. Al caer la noche, retira los objetos.
Tu hijo se quedará alucinado al comprobar que la cartulina se ha desteñido por
la acción de los rayos del sol sobre ella, dejando la silueta de los objetos
que colocásteis.
¿Dónde hay que echar los bricks de leche ya usados?
¿En qué contenedor depositamos el papel? Reciclar no
siempre es fácil. En el día a día surgen muchas dudas
sobre a qué contenedor hay que echar cada residuo. Encárgale a tu hijo
que sea él el responsable de vigilar que toda la familia cumple con
las normas de reciclaje. No dudes en darle permiso para poneros una
pequeña
"multa" si cometéis alguna infracción.
Aunque haya oído muchas veces que la contaminación
es esa especie de
boina negra que cubre la ciudad y que causa muchas enfermedades y agrava
otras,
vamos a poner en práctica un juego para que el
niño sea consciente de sus efectos. Pídele que haga un dibujo en un
papel o que pinte uno que ya tenga. Coloca sobre él tapones de
botellas y tapas de tarros. Deja la cartulina y los tapones al aire
libre,
protegidos de la lluvia y del sol, durante unos días. Cuando quite los
tapones,
verá que las zonas protegidas por los tapones están del color que él
pintó y
las otras se han teñido de un tono grisáceo.
En tus excursiones al campo enseñarás a tu hijo que
puede tirar la peladura de una manzana al campo pero no la servilleta con que
se ha limpiado. Para conseguir que el niño interiorice estas normas es
fundamental explicarle por qué podemos tirar unas cosas y no otras.
Y para enseñárselo vamos a hacer un juego
de observación en casa. Coge dos envases vacíos de yogur, llénalos de
tierra húmeda y entierra en uno un trozo de plástico y en otro una hoja que
hayáis cogido en el parque. Déjalo en reposo durante dos semanas, cuidando que
la tierra esté siempre húmeda. Pasado este tiempo verá que la hoja se ha
descompuesto y ha servido de alimento a la tierra, mientras que el plástico
sigue íntegro.
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